De niño crecí con la ilusión de podía lograr el control de lo que me rodeaba utilizando mi razón. Inventaba los juegos en el barrio, era el líder en los scout, el presidente de curso en la secundaria y el dirigente comprometido con el cambio social en la universidad, donde estudie Economía. A pesar de las frustraciones, el entusiasmo y fe en mi razón, a la vez que mi desconfianza en todo lo demás, me llevo al limite de mi resistencia. El sufrimiento y luego un regalo sutil para mi anhelo, me llevaron a girar el corazón a la unidad hacia la que camino sin expectativa y gozando como cuando era explorador.